Embrujada se lo curra...

Embrujada remite a Floris Andrea (1967) fotografo especializado en retrato y reportajes inusuales. Este artista ha creado su propia técnica que denomina el “Andreatipo” utilizando una término tradicional en el universo del grabado y la fotografía en el cual el nombre del autor se superponía al termino “tipo” (recuérdese el ejemplo de Louis Daguerre y sus daguerrotipos que supusieron el origen de la fotografía moderna.). La técnica de Andrea combina el pigmento, a la manera de un pintor con la emulsión fotográfica, situando el conjunto sobre un panel de madera.

"Tan pronto como el medio decidió no oponérseme y empecé a familiarizarme con él, las musas comenzaron a susurrarme, o a cantar. De una forma u otra, me mantienen constantemente despierto, me persiguen más allá de las fronteras,.me incluyen en su obsesión por las formas humanas y por los rostros humanos, de los que se puede robar un retrato".

Carlo Mollino en 1959 decía que “cada desnudo traiciona a su autor...” y eso le ocurre en cierta medida a Floris Andrea; sus majas son majas desnudas que han recibido (sin merecerlo) chorretones de pintura pero son majas valientes, de eso no cabe duda; lo que hay que hacer para ganarse la vida...eso. A mi me parece bien que Embrujada traiga a Floris Andrea, porque así se anima este Proyecto, que a veces decae un poco, como debe ser. Pero me gustan también otras majas que pone Embrujada sin pintar, que se van a la casa de campo con el novio y se ponen un top de encaje después de quitarse el liguero. El novio, que es un poco lila, en lugar de irse al diván como Dios manda, va y le hace una fotito. Lo que ocurre es que las majas siempre han sido mas listas que los novios, eso Goya lo sabía muy bien. Quizá por eso tuvo que irse a Burdeos, a pintar lecheras.