lunes, 18 de febrero de 2008

Borrasca trae a Nyx


Borrasca me propone traer a Nyx para que haga de maja, lo cual es un precedente insólito y un gran honor para este proyecto. En la mitología griega, Nyx (en griego antiguo Νύξ, ‘noche’) era la diosa de la noche. También llamada Nicte, los textos romanos que tratan este tema griego la nombran como Nox. Según la Teogonía de Hesíodo, la noche nació del caos. Su descendencia es mucha y reveladora; fornicando con su hermano Érebo, la Noche engendró a Éter (‘puro brillo’) y Hemera (‘día’). Más tarde, y ya por sí misma, la Noche engendró a Momo (‘sarcasmo’), Ponos (‘pena’), Moros (‘destino’), Tánatos (‘muerte’), Hipnos (‘sueño’), las Hespérides, las Keres y las Moiras, los Oniros, Némesis (‘venganza’), Apate (‘engaño’), Filotes (‘ternura’), Geras (‘vejez’), Eris (‘discordia’) y Oizís (‘angustia’). Toda una progenie, como se ve.

En el Libro 14 de La Ilíada de Homero hay una interesante cita de Hipnos, el dios menor del sueño, en la que recuerda a Hera un antiguo favor después de que ésta le pida que haga dormir a Zeus. Hipnos hizo dormir anteriormente a Zeus a instancia de Hera, lo que le permitió causar grandes infortunios a Heracles. Zeus montó en cólera y habría arrojado a Hipnos al mar si éste no hubiera acudido a su madre para protegerse. Zeus, temiendo enfadar a Nix, contuvo su furia y de esta forma Hipno logró escapar de la cólera del rey de los dioses. La Noche adquirió un papel incluso más importante en varios poemas fragmentarios atribuidos a Orfeo. En ellos, la Noche fue el primer principio, ocupando una cueva en la que emitía sus sentencias al igual que un oráculo. Mientras tanto Cronos encadenado, dormido y borracho de miel sueña y profetiza. Fuera de la cueva, Adrastea tañe címbalos moviendo el universo entero en una eufórica danza al ritmo del canto de Nyx. El tema de la cueva u hogar de la Noche, allende el océano (como en Hesíodo) o en algún lugar al borde del cosmos (como en el orfismo) puede haber tenido su eco en Parménides. El investigador clásico Walter Burkert ha especulado que la casa de la diosa a la que el filósofo fue transportado es el palacio de la Noche. Esta hipótesis, sin embargo, debe tomarse con cautela.


Borrasca no me cuenta de quien es el cuadro de Nyx haciendo de maja, (aunque quizá lo haga) pero desde luego le gusta la pintura francesa de la segunda mitad del XIX. Uno de los pintores que le gustan a Borrasca es Alexandre Cabanel, (1823-1889) pintor favorito de la Corte de Napoleón III y Eugenia de Montijo. Su estilo académico refinado obtuvo numerosos premios en los Salones de París, destacando su Nacimiento de Venus con el que triunfó en 1863, el mismo año en que Manet fue rechazado al presentar su Desayuno en la hierba. Cabanel se especializó en representaciones mitológicas, retratos y cuadros de temática histórica, siguiendo la estela de Ingres. Cabanel estuvo a punto de pintar de pintar también dos majas, una vestida y la otra desnuda pero como tenía manías mitológicas heredadas de otras épocas a una la vistió de Ofelia bastante desesperada



y a la otra de Cleopatra probando venenos con los prisioneros y eso...


A Borrasca también le gusta William Adolphe Bouguereau (1825-1905) que fue un talentoso academicista francés. Representó cabalmente todo el empeño en resistir con indiferencia glacial las revoluciones que produjeron el impresionismo y el realismo. Atrincherado en un neoclasicismo que se concebía inmortal, Bouguereau siguió pintando mitologías y épicas, mientras los que cambiaban la historia de la pintura inventaban otra forma de ver los paisajes cotidianos y la gente de todos los días. El hombre pintaba bien, sobre todo alegorías. He preparado un montaje en forma de tríptico con la noche, el amanecer y la mañana que se puede ver aqui.


También era un avispado comerciante y retratista, pero gustaba del desnudo como el que más. Yo creo que nunca pintó una maja pero lo que si pintó fue una náyade. Si se le da la vuelta y con un poco de imaginación puede ser una maja (húmeda). Para mi que era un pornógrafo.


Aunque pensándolo bien, el Nacimiento de Venus (1863) si que es una maja pero también húmeda. ¿Sería humedad natural? Cabanel era así, el tío...


2 comentarios:

Borrasca dijo...

Ya lo hablamos vía correo pero es bueno dejar la constancia aquí también. La obra es Noche del pintor francés Henri Fantin-Latour (1836-1904)

Prefiero la Maja húmeda del Nacimiento de Venus de Cabanel, de hecho con esta pintura inicié mi blog; me encantó todo lo que nos compartes sobre este gran Maestro.

Besos húmedos y borrascosos

variopaint dijo...

mmmmmmmmmmmmm gracias...le haremos un homenaje a Fantin-Latour que seguro que también tiene sus gracias.

Gracias a ti por tus majas, tus borrascas y tus besos...

Muacsssssssss